Introducción: Hasta el descubrimiento del planeta Urano en 1781, el sistema planetario conocido desde la antigüedad terminaba en Saturno, y los planetas podían dividirse en personales (Luna, Sol, Mercurio, Venus y Marte) o sociales (Júpiter y Saturno). El descubrimiento de Urano, Neptuno y Plutón agregó una nueva definición de planetas: los transpersonales o generacionales. Se les llama generacionales porque al ser los más alejados del Sol tienen una órbita muy amplia y por eso muy lenta, por eso abarcan generaciones.
Neptuno por ejemplo tarda unos 14 años aproximadamente en cruzar cada signo. En febrero de 2012 entró en Piscis y allí estará hasta el 2026, es decir que todos los nacidos en esa época tendrán en su carta natal a Neptuno en Piscis, o sea, una generación de personas.
La vivencia de lo transpersonal puede ser sentida por el yo como angustiante, demasiado intensa, perturbadora, etc. Sin embargo no es posible experimentar lo “espiritual” sin la ayuda de Urano, Neptuno y Plutón.
Estos planetas pueden generar polaridades.
Cuando hablamos de polaridades nos referimos a que estos planetas están en aspectos fuertes con nuestro Sol o en casas importantes, como casa I, Casa IV, Casa X o la XII. Esto tiñe nuestra carta, le da un rasgo/mecanismo predominante.(Este concepto fue sistematizado por Casa XI).
La polaridad plutoniana, oscila entre dos polos: La sensación de impotencia / super potencia, víctima/victimario – controlado/controlador, abusador/abusado. Resumiendo, entre la cucaracha y el super-héroe o super heroína.
Plutón es liberación de la energía, transformación, destrucción. Algo que está desvitalizado, es destruido y liberado para dar lugar a algo nuevo.
El miedo a la destrucción de la forma, puede generar un mecanismo de control, una obsesión, un intento de manipulación. Eso puede llevar a pasar de la sensación del «no puedo» a «llevarme el mundo por delante».
Cuando se está en esos extremos, existe una especie de desprecio o rechazo hacia lo «débil» en unx mismx y hacia lo débil en otxs. . Lo débil suele relacionarse con lo vulnerable o sensible. (¿Acaso en un artista sensibilizado, no está la fuente de su poder?).
Es habitual que en su ansia de poder, el plutonianx directo sacrifique otras esferas de su vida, como su vida afectiva y su sensibilidad. De hecho, dedica y concentra tanta energía en un objetivo que siempre lo logra a un costo muy grande.
Lo interesante de reconocer estas energías, es poder darnos cuenta de que no somos ni uno ni lo otro. Ni un polo ni el otro. Poder reconocer estos mecanismos para dudar al menos unos instantes, de eso que creemos FIJO, IDENTITARIO, que nos define, nos cierra y saber que «neti -neti». (Ni esto ni aquello). Eso nos va a permitir oscilar de uno a otro más suavemente y sin caídas tan duras. (Ejemplo: es muy común estar en un polo de «superhéroe/heroína» y luego vivenciar la «caída» y sentirse lo peor).
Yendo aún más profundo y desde una perspectiva lacaniana: Todo lo que puede ser hablado, eso no “es”. Todo lo que puede ser pensado, todo lo que “yo” puedo detectar diferenciado, eso no es lo Real. Son sólo construcciones.
Si querés saber más sobre las otras polaridades: